Al menos
diez personas, entre militares y civiles, murieron este martes cuando una bomba
estalló en un puesto de control del ejército en el sur de Filipinas, informó un
portavoz militar.
La
información la publica la agencia de noticias AFP y la destaca TiempoNotiRD.
La fuerte
explosión, reivindicada por un grupo yihadista cercano al Estado Islámico (EI),
tuvo lugar cuando soldados y milicianos progubernamentales detuvieron a un
vehículo para registrarlo poco después del amanecer, precisó el portavoz
militar, coronel Edgardo Arévalo.
Al
menos un soldado, cinco milicianos y cuatro civiles murieron en la explosión
ocurrida a las afueras de Lamitan, una ciudad cuya población es
predominantemente cristiana, pero que se encuentra en la isla (provincia) de
Basilán, de mayoría musulmana.
El
conductor de la furgoneta bomba, presunto miembro del grupo yihadista
separatista Abu Sayyaf, que opera sobre todo en el sur del país, también murió.
También
destacó que las fuerzas gubernamentales se han mantenido en estado de alerta
tras recibir informaciones de que los extremistas planeaban hacer estallar
explosivos en toda la isla.
"Podemos imaginar la
tragedia que esto acarrearía a la población de Basilán si no lo hubiéramos
detenido en el puesto de control", añadió.
Las autoridades habían dicho
anteriormente que al menos cinco personas murieron en la explosión.
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