Haití tiene el reto de definir un presupuesto
que responda a las necesidades de la mayoría de su población, la más
empobrecida de América Latina, y que sea aceptado por la dirigencia política y
el FMI, días después de que el gobierno suspendiera un alza del precio de los
combustibles tras una ola de violencia.
La información la publica El Nacional, la agencia de noticias AFP y la destaca TiempoNotiRD.
El aumento de los precios de los productos petroleros
había sido anunciado el viernes, pero el gobierno debió hacer marcha atrás
menos de 24 horas después, tras una serie de protestas que paralizaron al país.
Hasta el domingo, numerosas calles de Puerto Príncipe
permanecieron bloqueadas por barricadas. Decenas de comercios fueron saqueados
y muchos automóviles resultaron quemados. Al menos cuatro personas murieron en
las protestas. La policía no intervino.
Para Luckner Michel, un mototaxista entrevistado por la
AFP cerca del palacio presidencial, este aumento no era aceptable: "Ya era
demasiado caro, la vida es demasiado cara: nos quieren matar, simplemente.
Incluso aunque pudiera pagarlo, tendría que aumentar el costo de mis viajes, la
gente no podría pagarlo y yo no tendría clientes".
"Vivimos en la pobreza, no podíamos soportar un
aumento semejante, pero destuir la propiedad de otras personas como lo hemos
visto, no, con eso no estoy de acuerdo. Muchos son también trabajadores, y en
un día lo pueden perder todo", se lamentó Claudy Altidor, cerca de
Petionville, donde muchos negocios fueron saqueados.
La medida suspendida comprendía el aumento de 38% del
precio de la gasolina, de 47% del precio del diésel y de 51% del precio del
kerosene. Las autoridades pretendían así suprimir las subvenciones a los
productos petroleros, uno de los compromisos asumidos en febrero ante el Fondo
Monetario Internacional (FMI).
El nuevo marco de referencia firmado con el organismo
multilateral incluía también llevar la inflación por debajo del 10%.
Desde 2015, la inflación anual oscila en Haití entre el
13% y el 14% y el proyecto de presupuesto para 2018-2019, publicado en junio,
la ubica en 13,6%.
Cerca de 60% de los haitianos sobreviven actualmente con
menos de dos dólares por día, y esta mayoría pobre de la población es sumamente
sensible a cualquier variación de los precios, por mínima que sea.
- Un país cada vez más desigual –
Al anularse el aumento anunciado el viernes, el gobierno
deberá buscar otros medios para economizar los 19.400 millones de gourdes (301
millones de dólares) que destina a las subvenciones de los productos
petroleros, más del 11% del presupuesto nacional.
"Nuevas prioridades serán establecidas de acuerdo a
lo que ha sucedido", dijo Guichard Doré, asesor especial del presidente,
en un programa de radio. "Aún no hemos asegurado el financiamiento de nuestra
economía para los próximos años", admitió.
El reparto de los magros recursos del Estado constituye
habitualmente en Haití un delicado ejercicio político.
Todos los años, el poder legislativo, que tiene la
potestad de derribar a los gobiernos, se queda con la parte del león en ese
reparto.
El proyecto de presupuesto para el período 2018-2019
destina 6.500 millones de gourdes (100,2 millones de dólares) a la cámara de
diputados y el Senado, mientras el poder judicial se ve limitado a 2.120
millones de gourdes (32,8 millones de dólares).
En un país en el que más de la mitad de sus habitantes
tiene menos de 20 años, el Ministerio de la Juventud, el Deporte y la Acción
Cívica deberá contentarse con apenas 1.090 millones de gourdes (16 millones de
dólares).
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