El director general de Programas Especiales de la
Presidencia (Digepep), Domingo Contreras, deploró que en el país existan 352
botaderos de basura a cielo abierto, y destacó que la mecánica de recolectar
los desechos los ayuntamientos la realizan más o menos bien en la mayoría de
las ciudades, pero luego los tiran, lo cual, a su entender, ya llegó a un
límite.
La información la publica el periódico El Caribe y la resalta TiempoNotiRD.
Contreras consideró que el principal factor
de esa situación de la basura es el modelo en el que se ha basado el manejo de
los residuos en la República Dominicana, un modelo de usar y tirar.
“Un país que genera 14 mil toneladas de
basura diariamente ya no puede tener un modelo basado en usar y tirar, sobre
todo, porque ha habido un cambio en el tipo de materiales y en la composición
de los residuos (…) antes no teníamos esa consecuencia, a pesar de que se tenía
la costumbre de aprovechar la lluvia para tirar la basura¨, expresó el
ministro.
Entrevistado en el programa “El Tribunal de
la Tarde” que se transmite diariamente de 5:00 a 7:00 de la noche, por
Telefuturo Canal 23, Contreras dijo que antes no se veían las
consecuencias porque no había tal cantidad de plásticos, ya que la mayoría de
los materiales eran orgánicos y se quedaban en el fondo del afluente, y no se
tenía consciencia del impacto que se generaba con ese modelo que hoy resulta
inaceptable mantener.
El director de Digepep explicó que para
cambiar el modelo actual de manejo de residuos se requiere de una nueva
legislación, donde se estructure una nueva forma o cadena productiva del uso de
esos materiales a lo largo del proceso, esto es, desde el origen, desde la
fábrica que es llamada responsabilidad extendida, cruce al consumidor, que pase
al ayuntamiento o a la empresa y vuelva una parte importante a la industria, y
que finalmente, haya una oportunidad de valorizar los residuos.
Puso como ejemplo otros países, entre
ellos Estados Unidos, donde las personas colocan los desechos en fundas
diferentes, tal y como el ayuntamiento le sugiere; las sacan en un horario
determinado, y cuando el camión de la basura toma su destino, si son plásticos
van a un centro de acopio, si es basura orgánica va a una celda que tiene
biogestores que se han de convertir en electricidad, es decir, la operación
está estructurada para que nada de lo que se produzca en la casa sea basura.
“Son materias primas para diversos procesos,
y en todos los procesos eso tiene un pago económico. Usted paga una tasa y la
industria paga otra, lo que permite cuadrar un modelo funcional”, apuntó.
Contreras subrayó que en ese modelo el que
no cumple cae en la sanción de las autoridades, y es palpable que todo está
formado en un sistema en el que hay incentivos, responsabilidades, flujo
financiero y castigos para el que incumple la norma.
Por otro lado, consideró que cuando las
empresas generan un envase que no puede ser reciclado porque tiene un color que
daña el resto de materiales, en un proceso de reciclaje genera un impacto
ambiental negativo, entonces, tiene que haber un control desde el diseño del
envase, que es lo que se está haciendo en muchos países.
Asimismo, precisó que en el país se
necesita un instrumento económico que garantice pagar la remediación ambiental
y la operación de manejo de destino final, así como, incentivar la valorización
de los residuos.
En ese sentido, informó que se ha pensado
en crear un fideicomiso, de modo que esos recursos solo se puedan utilizar a
los fines correspondientes de crear un sistema que permita que las 14 mil
toneladas de basura que genera la República Dominicana vaya a grandes centros.
Insistió en que no se puede tener una isla
con 352 botaderos de basura, sino, que se necesitan 40 o 50 lugares bien manejados,
desde donde se logre sacar la mayor cantidad y se puedan valorizar los
residuos, reciclar, y usar para abono o energía.
Indicó que la ley para tales fines
permitirá crear un gravamen verde, un fideicomiso, impulsará la educación, y
generará con claridad un adecuado control.
Destaca que ha estado proponiendo la
necesidad de hacer un cambio en el sistema en que han sido manejados los
residuos y el proceso de valorización.
“He dicho que los residuos pasarían a una
industria en que se valoriza y se paga, así como un proceso educativo, en el
que tiene que haber un esfuerzo en la sociedad, liderado por las respectivas
alcaldías, que es donde recae la obligación”, añadió.
En otro orden, el director de Digepep
afirmó que si se calculan los RD$10 millones que el alcalde David Collado ha
anunciado que ha costado retirar 70 toneladas de basura, quiere decir que cada
tonelada va a salir por más US$2 mil 700; cuando una tonelada normal
recolectada cuesta US$42.
“Miren el costo, la dimensión económica que
adquiere el manejo no adecuado de los residuos”, precisó Contreras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario