Por:María Hernández
Desde que se puso en funcionamiento el sistema de autobuses privados en algunas rutas del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo la vida de los peatones se ha complicado, mientras el servicio de motoconcho ha resultado benefiaciado con esos cambios en el desplazamiento vehicular.
A partir de esos cambios que sacaron de circulación a los carros del concho, por esos entornos, los ciudadanos se ven obligados a subirse en un solo motor dos personas y más.
Donde más se observa el problema es en vías como la Winston Churchill, Lope de Vega, Núñez de Cáceres, Charles de Gaulle, cerca del puente Juan Carlos, Marginal Las Américas, San Vicente de Paul y en los entornos de las diferentes estaciones del Metro.
Los precios que cobran los motoristas van de 75 a 100 pesos para trasladar a los usuarios a dos o tres esquinas.
La parte más insegura al montar esos vehículos de dos ruedas es la modalidad consentida por los usuarios de montar a dos personas en una sola unidad, sin que ninguna autoridad les llame a la atención.
Los pasajeros se ven obligados a utilizar los motores debido a la poca frecuencia con que pasan los autobuses de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) y otros privados como los de las denominadas guaguas voladoras que después de las 10:00 de la noche reducen la frecuencia con que pasan en vías de mucho tránsito cercanas a centros de estudios como universidades o plazas comerciales y otros establecimientos.
Algunos pasajeros optan por bajar desde vías como la 27 de Febrero con Winston Churchill a pie, para no tener que exponerse a ser atracados en un motor o accidentarse en el camino , luego de salir de sus trabajos o centros de estudios en dirección al Metro del Centro de los Héroes y otros lugares.
Lo más lamentable es que esto ocurre ante la mirada indiferente de las autoridades de la Dirección General de Seguridad del Tránsito y el Transporte Terrestre (Digesett ) que sí están pendientes a los conductores de vehículos para colocarles multas si cometen alguna infracción y, en algunos casos, hasta sin cometerla como denuncian los usuarios a través de los medios de comunicación, muchos que ni siquiera saben manejar y aparecen con varias multas.
Como una forma de reducir los accidentes que se producen por el uso de los motores se estudia la posibilidad de limitar su circulación solo hasta las 10:00 de las noche.Esa medida perjudicaría a muchos motoristas y usuarios que solo cuentan con ese medio de transporte para llegar a sus hogares en altas horas de la noche.
En vías como la Marginal de las Américas existen numerosas paradas de motores que son necesarias y sin las cuales los peatones que hacen uso de este medio para trasladarse quedarían varados en las calles.
Lo que sí debe regularizarse es el tránsito de vehículos pesados a determinadas horas por las zonas céntricas de la capital por los grandes taponamientos que producen y la gran cantidad de accidentes de tránsito que provocan en horas de la noche.
En 2023 el pasado director del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) presentó una propuesta para que se prohibiera la circulación de dos personas en una sola motocicleta desde las 11:00 de la noche hasta las 5:00 de la madrugada en zonas específicas, como lo recuerda en un escrito el periódico Hoy.
Mientras, el actual director del Intrant desmintió el 13 de noviembre del 2024 que haya anunciado la prohibición del tránsito de los motores durante la noche como se había informado a través de algunos medios y redes sociales.
Los motoristas siguen siendo junto a los peatones los actores más afectados cuando ocurren accidentes de tránsito, más que cualquier otro usuario de las vías con miles de decesos y lesionados y siguen en los primeros lugares en cuanto a cifras de accidentes en el tránsito, como lo demuestra el periódico Diario Libre en un escrito.
De acuerdo a la misma fuente, en el 2022 se produjeron 2,921 fallecimientos en accidentes de tránsito de los cuales 1,670 se trasladaban en motocicletas.
Las autoridades que dirigen el tránsito, en nuestro país, deben escuchar las denuncias de los ciudadanos y demás conductores para que la disciplina llegue a todos los motoristas y no sigan violentando las normas que están descritas para su protección y la de los que utilicen sus servicios en la Ley 63-17.
Es innegable la importancia de esos vehículos de dos ruedas para los que llevan prisa y no tienen otra forma de llegar a su destino en medio de los taponamientos, pero se les debe poner control para que no sigan provocando más muertes que cualquier enfermedad en la República Dominicana, como han determinado recientes estudios.
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