La Organización Internacional del Trabajo
(OIT) adoptó este viernes el primer tratado internacional sobre violencia y
hostigamiento laboral, que incluye el principio de las sanciones, un texto muy
esperado especialmente después del surgimiento del movimiento #MeToo.
La información la publica la agencia de
noticias AFP y la destaca TiempoNotiRD.
La convención fue adoptada por una
aplastante mayoría en la reunión anual de la OIT, una agencia centenaria de
Naciones Unidas fundada en 1919, que reúne a gobiernos, empleadores y
sindicatos de 187 Estados.
Ahora le corresponde a los
países ratificar el texto para que se vuelva obligatorio. La convención entrará
en vigor un año después de la ratificación por al menos dos Estados.
"Momento histórico",
declaró el suizo Jean-Jacques Elmiger, quien presidía los debates.
La adopción de la convención es
el resultado de un largo proceso iniciado en 2015 por la OIT, pero "el
impulso y la importancia del proceso se acentuaron debido a la campaña
#MeToo", dijo a la prensa el director general de la OIT, Guy Ryder.
Este movimiento nació en 2017
tras la caída del ex-productor de cine estadounidense Harvey Weinstein, quien fue
acusado de abusos sexuales que van de hostigamiento a violación por más de 80
mujeres, entre ellas estrellas como Angelina Jolie o Ashley Judd.
- Transporte y mails -
"Imaginen un mundo laboral
sin violencia y hostigamiento. Es lo que el comité de la Comisión normativa
sobre violencia y hostigamiento en el mundo laboral no solo imaginó, sino que
es a lo que más se ha acercado para convertirlo en realidad", declaró ante
los delegados el presidente de esta comisión, Rakesh Patry, antes de la adopción
de la Convención.
La Convención se aplica a la
violencia y al hostigamiento en el mundo del trabajo, inclusive en los espacios
públicos y privados cuando sirven de lugares de trabajo, y también durante los
trayectos entre domicilio y el lugar de trabajo, así como en las comunicaciones
electrónicas.
Reconoce también que la
violencia y el hostigamiento "afectan de manera desproporcionada a las
mujeres y a las niñas". Subraya que "otras personas que pertenecen a
uno o varios grupos vulnerables" también están afectadas sin precisar
cuáles.
Alana Matheson, representante
de los empleadores en la comisión elaboró la convención, subrayó que el grupo
estaba "decepcionado" por esta ausencia de referencia a los LGBTI.
Pero esta proposición no era del gusto de algunos países africanos, según una
fuente cercana a las negociaciones.
Es necesario que dos países
ratifiquen la Convención para que entre en vigor. El texto solo obliga a los
países que lo ratifiquen. Los que lo hagan deberán adoptar políticas de
sensibilización y una legislación tendiente a "prohibir" la violencia
y el hostigamiento en el trabajo y establecer mecanismos de control y
sanciones.
La legislación debe también
garantizar que cualquier trabajador tenga derecho a apartarse de una situación
donde haya motivos razonables de pensar que hay "un peligro inminente y
grave para su vida, su salud o su seguridad, a causa de la violencia y el
hostigamiento, sin sufrir represalias".
Esta Convención "dará la
esperanza a millones de trabajadores", subrayó Marie Clarke Walker,
representante de los trabajadores en la comisión que elaboró el texto.
"Sin olvidar a nadie, la
convención adopta un ángulo que amplía la protección a todos los trabajadores,
sea cual sea su estatuto contractual", declaró la representante, antes de
ser ovacionada, en lágrimas.
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