De
jefe de Latin King en RD a pastor Evangélico: Julio César Ramos (El Negrón)
Los
Latin King tienen más de 30.000 miembros en Estados Unidos. No son una banda
criminal más: detrás de estos matones hay una disciplina férrea con un conjunto
de mandamientos que tienen tintes religiosos.
En
los años 40, los inmigrantes puertorriqueños de Chicago eran acosados de forma
regular tanto por los blancos como por negros. Fue entonces cuando un grupo de
ellos decidieron formar los Latin Kings para protegerse, contraatacar y llevar un poco de orgullo a su comunidad.
En la República Dominicana,
específicamente en Haina, y con apenas 17 años el joven Julio César Ramos
apodado en ese tiempo con el sobrenombre de El Negrón entra a formar parte de
los Latin King donde, según sus propias palabras, le trataban como una
verdadera familia.
Se muda de Haina, en la provincia
de San Cristóbal al sector de Los Alcarrizos, en el municipio Santo Domingo Oeste,
donde según narra tenía a su disposición cerca de 100 hombres quienes estaban
dispuestos a hacer cualquier cosa que El Negrón le mandara: A robar, atracar y
a matar. Poseía diferentes puntos de drogas.
Es con la muerte de su hermana
embarazada a quien propinaron 10 disparos que llega a la desesperación al punto
de quemar un apartamento y una yipeta. Este acontecimiento le infundió una gran
ira y desarrolló en el joven un destructible espíritu de venganza.
Buscaba cualquier
familiar de esa persona que mató a su hermana que incluso le llevó hasta Haití.
Ya en la casita del brujo le introducen en una habitación donde había
aproximadamente 50 cabezas de seres humanos. El brujo le busca una culebra y lo pasó por un pozo de
sangre.
Le dan un papel para que escriba el nombre de la persona que quiere matar. Escribió
el nombre de la persona y cuando lo puso donde le dijo el brujo, el papel se
comienza a llenar de sangre. protegerse, contraatacar e insuflar un poco de
orgullo en su comunidad.
El brujo le dijo que esa
sangre que subía por encima de la tierra y arropaba el papel lo que indicaba
era que la persona que él quería que muriera lo iba a hacer, pero el moriría
también.
Después de esa experiencia
tan traumática que pasó en Haití, donde hasta lo pusieron a hablar con una
culebra, comienza su encuentro con el Señor.
Pensaron que tenía el sida
cuando él dijo que estaba arrepentido y que encontró la paz y había
desaparecido su espíritu de venganza. Escuchó la voz de Dios a través de una señora que había coincidido
con él en su viaje de regreso a la República Dominicana.
“Me recuerdo que ese día
entero yo lo pasé llorando, pensando en esta persona que había matado a mi
hermana embarazada”. Nos sentimos bastante agradecidos de lo que Dios nos ha
entregado, una hermosa esposa, hijos, familia. “Pero les exhorto a buscar de
Cristo, Solo en Cristo Hay salvación”, dijo finalmente Julio César.
En la actualidad, lleva 8 años en el evangelio y está pastoreando la iglesia Casa Profética, ubicada en Carretera Sánchez, kilómetros 71/2, sector Miramar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario