Por: María Hernández
Aun en momentos en que no se está frente a un fenómeno atmosférico como Fiona, que recientemente tocó tierra dominicana y dejó decesos y pérdidas materiales en muchas provincias de nuestro país, cada vez que llueve se pone a prueba la capacidad de todas nuestras infraestructuras viales.
Carreteras inundadas, como la autovía El Coral entre Higüey y Verón, puentes elevados en el suelo, como el que sucumbió en la zona de Pontón, en La Vega, y otros daños a las ya destruidas vías es lo que provoca la lluvia constante en ríos y cañadas que, muchos de los cuales se mantienen secos durante todo el año, pero recobran su caudal con los torrenciales aguaceros que se producen, con frecuencia, por sectores de la capital y provincias del interior del país.
La información la publica Vanguardia del Pueblo, en su portal https://vanguardiadelpueblo.do/2022/09/inundaciones-provocan-frecuentes-accidentes-en-las-vias/ y la destaca TiempoNotiRD.
La ciudadanía se mantiene en constante denuncia, a través de los medios de comunicación, por los imbornales y filtrantes que se tapan en sus entornos y no se les da mantenimiento, como es el caso de los que se encuentran frente a la Corporación de Acueductos y Alcantarillados de Santo Domingo(CAASD), de la avenida Las Américas, que hacen que toda esa zona se convierta en un pedazo de mar, y la pregunta de los moradores es si esa institución estatal no cuenta con equipos para limpiar sus propios filtrantes, cómo van a ir a destapar los de los demás sectores.
Recientemente, la empresa de transporte Caribe Tours sufrió las vulnerabilidades de las vías, en tiempos de lluvias, con un accidente que, afortunadamente, no dejó víctimas que lamentar, en la provincia de San Cristóbal.
Las vías necesitan supervisión todo el tiempo, pero sobre todo en víspera del anuncio de la llegada al país de fenómenos naturales que, por lo regular, dejan muchas lluvias, por varios días, lo que hace que la tierra retenga humedad y ceda ante el paso de los vehículos livianos y pesados que se desplazan por el pavimento, como ocurrió en Samaná con la carretera de Majagual que sufrió daños considerables en casi la mitad de la infraestructura vial.
También, fueron muchos los vehículos que quedaron tapados por las lluvias torrenciales de Fiona, en distintas provincias del Este y Noreste del territorio nacional.
Es importante señalar la labor preventiva que, a nivel general, realiza el Comité de Operaciones de Emergencias con todas las instituciones que lo conforman cuando se acercan fenómenos atmosféricos por nuestro país, pero las autoridades del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre(Intrant), conjuntamente con la Dirección General de Tránsito y Transporte Terrestre(Digesett), como parte de ese operativo, debe hacer más énfasis en informar a los conductores cuando alguna vía se encuentra obstaculizada por árboles caídos, postes del tendido eléctrico en el suelo e inundaciones en calles, avenidas, autopistas y carreteras, puentes y otras obras viales para que los conductores y peatones sepan que por determinadas zonas no pueden transitar por las obstrucciones ya mencionadas.
La prudencia de los conductores juega un papel preponderante cuando hay inundaciones en determinados tramos viales que ya son reconocidos por la mayoría para que busquen rutas alternas y no tengan que durar mucho tiempo en los taponamientos que se producen con las lluvias.
Dentro de las avenidas que se inundan, con más frecuencia están la Marginal de Las Américas, Charles de Gaulle, Kilómetro 8 de la Carretera Sánchez, avenida Luperón, avenida de Manoguayabo, avenida principal de Hato Nuevo, Los Ríos, en Arroyo Hondo, entre otras.
También se inundan avenidas como la John F. Kennedy, Quinto Centenario, San Martín, 27 de Febrero, calle 20 de Villa Consuelo y otras de sectores como Villa Juana, Villas Agrícolas, Ensanche La Fe, entre otras, que reportó recientemente el periódico Listín Diario.
En Santiago de los Caballeros las avenidas que usualmente se inundan son la 27 de Febrero, la Francia y vías de los sectores Cienfuegos, en la zona oeste, parte sur de Pekín , Bella Vista, La Ceibita y otras, de acuerdo a un escrito del periódico Diario Libre.
Otro detalle a considerar por las autoridades del Ministerio de Obras Públicas es que cuando realizan construcciones o reparaciones, en vías en uso, traten de agilizar los trabajos que, en muchas áreas, parecen olvidados, por el tiempo que tardan en terminarlos. La mayoría de esas vías no cuentan con protección de muros en los tramos intervenidos para proteger a los conductores, como ocurre en muchas carreteras en reparación en las que se colocan tubos para drenaje o agua potable y se convierten en un peligro para los choferes, en especial, en horas de la noche debido a que las obras no cuentan con las señalizaciones específicas que necesitan.
La seguridad vial debe ser una prioridad nacional del gobierno si se recuerda que la República Dominicana continúa ocupando primeros y segundos lugares, a nivel regional y mundial, respecto a los decesos y lesionados que cada año, dejan los accidentes de tránsito.
