Sustituyen transporte público masivo por privado

 

Por: María Hernández

La población ha visto con buenos ojos que se quiera involucrar al sector privado en la puesta en circulación, por diferentes rutas, de nuevas unidades de autobuses para enriquecer las zonas viales que anteriormente eran cubiertas por carros del concho o por guaguas de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), pero no la sustitución total de esos medios de transporte que, por las largas filas que se observan, indican que los autobuses privados no cubren la demanda de usuarios en esos corredores.

La información la publica Vanguardia del Pueblo en su portal https://vanguardiadelpueblo.do/2022/02/sustituyen-transporte-publico-masivo-por-privado/ y la resalta TiempoNotiRD.

Una de las quejas más frecuentes de los pasajeros de los autobuses privados que desde hace unos meses han comenzado a transitar por los corredores en donde anteriormente se desplazaban los vehículos de la OMSA o los carros públicos es que el precio de ese pasaje es un 100 por ciento mayor. El transporte en las guaguas del Estado cuesta, todavía, 15 pesos, de extremo a extremo de la ruta, desde la primera parada  hasta la última. Mientras que el transporte en los autobuses privados cuesta 35 pesos.

Este tipo de transporte privado representa un mayor gasto en dinero y en tiempo. Si ponemos de ejemplo el corredor de la Winston Churchill, antes de llegar las nuevas guaguas privadas las personas no tenían que hacer filas, eran los carros los que se mantenían en filas esperando a los pasajeros, por lo que nunca se producían aglomeraciones a excepción de los momentos de lluvia, en los que el transporte se complica. En esa ruta los motoristas están que se ríen solos por la demanda de pasajeros que procura sus servicios ante la poca capacidad de los nuevos autobuses para llevar a todos los usuarios que se dirigen a su lugar de trabajo o estudio, en esa zona, quienes se quejan por el tiempo que pierden esperando un autobús.

La cantidad de choferes de carros públicos que trabajaban en el lugar sumaban más de 400 de los cuales menos de 100 han quedado trabajando y con la promesa de que se les entregará una pensión a los que tienen más de 65 años.

La ruta de la avenida Winston Churchill pertenece a la Central Nacional Movimiento del Transporte (Mochotran) cuyo presidente es el reconocido dirigente choferil AlFredo Pulinario "Cambita" que tiene un total de 141 unidades de las cuales 94 circularán en la avenida Charles de Gaulle y 47, de 90 pasajeros, están trabajando en la Churchill, como se destaca en un trabajo periodístico de El Caribe.

Este corredor que sustituye los carros del concho por autobuses recorrerá la avenida Winston Churchill desde la avenida Jacobo Majluta hasta el Centro de los Héroes que también podrán ser pagados  con la tarjeta del Metro de Santo Domingo y con tarjetas de débito y crédito sin contacto.

Anteriormente los autobuses de la OMSA, de la ruta 27 de Febrero solo tardaban para llegar a las paradas entre 10 o 15 minutos en la pasada gestión del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que encabezó el presidente Danilo Medina; en la actualidad pueden tardar de 40 minutos a una hora para salir una guagua de la terminal del Hipódromo V Centenario y la situación se complica si se trata de días feriados o de sábado y domingo cuando los pasajeros tienen que esperar en las paradas sin tiempo.

El maltrato y la indiferencia que reciben los pasajeros en las vías es tan grande que en el kilómetro 10 1/2 de la avenida Las Américas, frente a un reconocido supermercado del municipio Santo Domingo Este, hay tres paradas de la OMSA  a las cuales les quitaron los techos para repararlos y los ciudadanos se han quedado esperando solo con los hierros de la parada que forman el cuadro superior de la misma y cuando llueve o hace sol ya usted se puede imaginar, sin que las autoridades de la entidad puedan explicar por qué no se reparan.

Además, cerca de la parada de la avenida  27 de Febrero con Doctor Delgado han limpiado una alcantarilla, desde hace varias semanas, y toda la basura y tierra que han sacado del lugar las han dejado encima de esa acera, por lo que, en la peligrosa equina, las personas tienen que caminar por la calle cuando bajan de los autobuses y carros de los sectores públicos o privados, a expensas de que puedan ser víctimas de algún accidente de tránsito.

De acuerdo a datos del  Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) en  el Gran Santo Domingo se realizan más de tres millones de viajes diarios, de los cuales el 42 % es en transporte privado, 36% es en transporte público, 21% es a pie y menos del 1% utiliza la bicicleta.

Con respecto a la oferta de servicio existente, se tiene que hay 16 mil unidades de carros de concho, 3 mil unidades de mini-microbuses y los autobuses que corresponden a la operadora del Estado que maneja la OMSA.

En agosto de 2019 esa institución adquirió 130 unidades para reforzar los diferentes corredores de un total de 200 unidades que compró.

En septiembre de 2021 el director de la OMSA solicitó al Gobierno asignar recursos económicos a esa institución para reparar unos 200 o 300 autobuses que se encuentran abandonados en los talleres por falta de piezas y otros desperfectos mecánicos. Reveló que de un total de 600 unidades apenas están trabajando con 132 guaguas, lo que parece una paradoja si se compara con la inversión agresiva del sector privado en el área.

Según datos de la OMSA, en su portal, la línea más larga que tiene esa institución es la 27 de Febrero que comienza en Induveca, en esa misma avenida y termina en la avenida Hípica, en el Hipódromo V Centenario, en el municipio Santo Domingo Este. La ruta más corta es la Mamá Tingó- La Nueva Barquita que empieza en la avenida Hermanas Mirabal, próximo a la avenida Jacobo Majluta y termina después de la Charles de Gaulle.

Es importante que el sector privado invierta en los medios de transporte masivos en el país, pero sin desplazar a la que debe ser la primera prestadora de servicios a los usuarios de estos autobuses, la OMSA, cuyos precios se adaptan a las necesidades de los estratos sociales más precarios de la población, que salen de sus casas, en muchas ocasiones, con el pasaje de ida y vuelta y que verían reducir sus recursos económicos si como se prevé disminuyen o se eliminan  los autobuses de la entidad del transporte del Estado.