Por: María Hernández
Por difícil que parezca la situación
por la que estamos atravesando, en estos momentos, por la pandemia del
Coronavirus, indudablemente, que saldremos de nuestro confinamiento y podremos
nuevamente reencontrarnos con nuestros seres queridos y en especial, con ese
ser humano tan importante para todos los que reconocemos el valor incalculable
que tiene una madre para la humanidad. Sin ella no existiríamos, a pesar de
todas las tecnologías modernas que han inventado para intentar concebir, sin
ella, o con un vientre de alquiler. La forma natural de nacer el individuo no
la podrá cambiar por más teorías que se intenten llevar a la práctica, a pesar
de algunos casos individuales que pudieran producirse.
La información la publican medios como El
Nuevo Diario y Vanguardia del Pueblo y la destaca TiempoNotiRD.
Es triste, tenerla lejos, pero da
alegría tenerla, aunque lejos. Es momento de hacerle sentir la falta que te
hace. Llámala. No importa que no tengas minutos. Saca tiempo para hacerla
sentir bien. Dale aliento si sufre alguna dolencia y hazle ver lo importante
que es para ti saber que ella está bien. Si ha habido algún mal entendido
pásalo por alto este Día de las Madres, que celebramos los dominicanos. Esta
fecha se conmemora en nuestro país el último domingo de mayo y el de los padres
el último domingo de julio. Muchos han sugerido que las dos fechas se celebren
un mismo día, pero no se ha logrado.
“Madre es la que cría”, es una frase
que suele decirse mucho en nuestro país, y qué tan cierta es sobre todo si
recordamos cuantos casos de niños y niñas abandonados hemos visto en nuestras
calles y barrios. El más reciente, el de una recién nacida que fue encontrada
por un parqueador de carros, en la capital, hasta con el cordón umbilical
pegado, en una de las aceras. Hay personas que adoptan niños y los cuidan como
si fueran propios y les dan el verdadero amor de madre o padre. Pero para qué
cuestionar a una madre que abandona una criatura, es mucho más triste que no la
dejara nacer. Prefiero que la bote, pues cualquiera la recoge y le da el amor
que esta madre no ha querido dar, pero que no la aborte, que le deje nacer.
La maternidad es la oportunidad que
Dios, para los creyentes, le ha dado a la mujer para que pueda crear un ser con
cualidades parecidas a uno de los dos cónyuges o a un familiar
cercano, abuelos, tíos.
En fin, es un tema que emociona. Pero
da mucha pena saber que hay hijos que no saben lo que es tener madre y madres
que no saben lo que es tratar a un hijo como tal, igual caso se da en el de los
hombres que son padres.
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