El director general del Instituto
Dominicano de Aviación Civil (IDAC) se mostró esperanzado en que la actividad
aeronáutica local volverá a dinamizarse a partir del inicio de julio,
cuando el país entre a la cuarta fase de la desescalada adoptada por las
autoridades gubernamentales y sanitarias con miras a la apertura gradual,
producto de los efectos del nuevo coronavirus (COVID-19) que ha azotado a
todo el mundo.
La información la
envía a TiempoNotiRD la Dirección de Comunicaciones y Relaciones Públicas
del IDAC.
Alejandro Herrera sostuvo que una vez se reactive
la aerotransportación en el país y las autoridades aeronáuticas, las aerolíneas
y los usuarios aprendan a convivir con la covidianidad, el sistema aéreo tendrá
que recuperar su muy bien ganado puesto de generador de divisas, enlace de
comunicación, de transporte de cargas y pasajeros a nivel mundial y como medio
de transporte más seguro.
“Ese anunciado reinicio de la
aerotransportación está condicionado al avance positivo de las tres fases
precedentes, concebidas para ir abriendo de forma gradual las distintas
actividades económicas del país conforme avanzamos en el objetivo de frenar o
aplanar la propagación descontrolada del inusual virus que, ante la ausencia de
vacuna o cura definitiva, llegó sin tiempo de partida y cuyo extraño
comportamiento y variados efectos nos impone adoptar medidas y hábitos
personales reconocidos como la nueva covidianidad, que nos permiten convivir
con la amenaza del virus minimizando el riesgo de su contagio”, refirió Herrera
en un escrito publicado este día en el Listín Diario y en la página del IDAC en
Internet.
Consciente de los efectos negativos a
nivel sanitario y económico que ha significado la aparición del COVID-19 a
nivel mundial, el funcionario dijo que instituciones como la Organización de
Aviación Civil Internacional (OACI), las autoridades aeronáuticas de los
Estados del mundo, las líneas aéreas y las agencias de viaje deberán adoptar
medidas estandarizadas que garanticen viajes seguros a los pasajeros.
¿Cómo lograr que las personas vuelvan a
viajar en avión con la seguridad de que no serán infectadas de COVID-19? ¿Cómo
lograr el perfecto equilibrio entre medidas tendentes a disminuir los riesgos
de salud y la factibilidad operacional para las aerolíneas, aeropuertos y otros
intereses que intervienen en el negocio de la aviación? ¿Cómo evitar que las
medidas a ejecutar no se conviertan en nuevas cargas que encarezcan el costo de
viajar en avión, gravando aún más el bolsillo de los usuarios, al tiempo de
erigirse en obstáculos al necesario estímulo de viajar urgido para levantar la
aviación de la etapa cero en que se encuentra?, se planteó el funcionario.
“Por supuesto, adoptar la nueva
covidianidad de uso obligatorio de mascarillas durante el viaje,
distanciamiento físico y toma de temperatura previo abordaje y desembarque,
prechequeos electrónicos, uso de aplicaciones de control sanitario,
presentación de certificación de prueba reciente de COVID, proceso de
desinfección de aviones y aeropuertos estandarizados y que, además, no
sacrifiquen los bolsillos de los usuarios, entre otros aspectos”, agregó
Herrera.
El titular del IDAC indicó que los
desafíos a los que se enfrenta el mundo demandan un gran esfuerzo colectivo de
las partes involucradas, gobiernos y autoridades nacionales, aerolíneas,
aeropuertos, fabricantes de aviones e industria, al igual que de organizaciones
internacionales como la propia OACI. Será un esfuerzo tan titánico como el que
ha significado gestionar esta crisis sin precedentes para el sector
aeronáutico, que de por sí, como ya se sabe, se caracteriza por su dinamismo,
sus exigentes estándares y sus altos costos operacionales.
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