RECIFE, BRASIL. - El ministro brasileño de Medio Ambiente,
Ricardo Salles, reafirmó este martes que el petróleo que desde comienzos de
septiembre ha aparecido en unas 200 playas de todo el litoral nordeste de
Brasil fue producido en Venezuela, aunque admitió que se desconoce cómo se
produjo su derrame.
La información la publican medios como El Nuevo Diario, la agencia de noticias EFE y la destaca TiempoNotiRD.
“No solo Petrobras (petrolera
estatal) sino también otros laboratorios hicieron la comparación de las
muestras de petróleo. Primero fue hecha una comparación con petróleo de origen
brasileño y fue descartado porque no hay coincidencia molecular de ese petróleo
con el nacional”, afirmó Salles en declaraciones que concedió a periodistas en
la ciudad de Recife.
Según Salles, después de analizar el crudo recogido con otras
“muestras que estaban archivadas”, de accidentes de menor magnitud, “fue
detectada la coincidencia del petróleo encontrado en el litoral brasileño con
un petróleo específico de Venezuela, incluso de dos o tres pozos que son los
del potencial origen de ese petróleo”.
“No queremos decir que ese
petróleo se está derramando en Venezuela y llegando hasta aquí. Lo que decimos
es que es un petróleo extraído de pozos venezolanos. Lo que podemos decir es
que es petróleo venezolano, pero cómo llegó al litoral brasileño todavía no lo
sabemos y esa es la investigación”, aclaró Salles.
Sobre esa investigación, el
ministro detalló: “Estamos en contacto con otras guardas de las Marinas de
otros países para hacer un reconocimiento de los orígenes de este petróleo”.
El pasado 9 de octubre Salles
había insinuado que el petróleo derramado era de origen venezolano, pero un día
después el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, evitó confirmar la hipótesis y
el ministro de Minas y Energía, Bento Albuque, que negó la información.
En cuanto al descarte del
material recogido, el ministro comentó que existen “lugares apropiados” y que,
en algunos casos, será incinerado en hornos de cementeras e industrias
siderúrgicas.
Salles admitió que la
situación compromete “la imagen” de la región frente al turismo, una sus
principales fuentes de ingresos, y que, con el petróleo presente en importantes
playas, como las de Maragogí, en Alagoas, o Praia dos Carneiros, en Pernambuco,
ha comenzado a sentirse el impacto negativo en el sector.
Después de su visita al
litoral de Pernambuco, estado del que Recife es capital, Salles reiteró que el
Gobierno federal viene “actuando desde el comienzo” de la aparición de las
manchas y que “todos los organismos” están acompañando las acciones de los
municipios afectados, donde destacó la labor de los voluntarios que se han
sumado a las brigadas.
“No es un momento de
polemizar ni de politizar. Es un momento de unir esfuerzos y de resolver el
problema”, aseveró Salles en la improvisada rueda de prensa en la capitanía de
los Puertos de la Marina, en Recife, al ser cuestionado por una supuesta
reacción tardía por parte del Gobierno frente a la crisis ambiental.
Solo el lunes, el Gobierno
autorizó la movilización de 5.000 efectivos del Ejército y de tres aviones de
la Fuerza Aérea para las labores de limpieza y contención y ya desde las
primeras horas de este martes parte de ese contingente se sumaba al trabajo de
los equipos especializados y voluntarios en Pernambuco y Alagoas.
El ministro de Defensa,
general Fernando Azevedo e Silva, y el de Desarrollo Regional, Gustavo Canuto,
por su parte, también se encuentran en Pernambuco y se reunirán este martes con
el gobernador regional, Paulo Cámara.
Según el comandante de
Operaciones Navales de la Armada, almirante Leonardo Puntel, quien también
estuvo de visita en Pernambuco, el derrame se originó “en el Océano Atlántico,
(a una distancia de) entre 500 y 600 kilómetros” de la costa y su
desplazamiento en aguas profundas impide el rastreo de su curso por satélites.
El más reciente balance del
Instituto Brasileño de Medio Ambiente y los Recursos Naturales Renovables
(Ibama, regulador) señala que los residuos de petróleo ya alcanzaron 201
localidades de 74 municipios de todos los nueve estados del nordeste brasileño.
En total se han recogido y descartado unas 900 toneladas del crudo.
De acuerdo con el Ibama, se
han registrado vestigios de petróleo en 67 animales, de lo cuales han muerto
once tortugas, dos aves y un pez. Se investiga si la muerte de dos delfines
tiene que ver con el derrame y se descartó que la de una ballena, en la región
metropolitana de Recife, fuese ocasionada por el chapapote.
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