La ley 331-09 establece el
31 de octubre de cada año como “Día Nacional de la Comunidad Evangélica y
Protestante”. Esta conmemoración es un reconocimiento que se hace a ese pujante
sector religioso de la República Dominicana.
El legislador dominicano quiso
aprovechar la fecha en que se celebra a nivel mundial el “Día de la Reforma
Protestante”, recordando aquel inolvidable 31
de octubre del año 1517, cuando Martín Lutero clavó sus 95 tesis en la
universidad de Wittenberg, Alemania, con las cuales exponía las razones
existentes para que la iglesia de entonces fuera reformada.
Aunque antes de Lutero hubo
hombres tan valientes y comprometidos con la verdad de las Sagradas Escrituras
como Juan Hus, no podemos negar que el movimiento Protestante tuvo su mayor
inspiración en ese episodio histórico protagonizado por quien, al igual que San
Pablo, creyó que somos salvos por gracia y no por obra para que nadie se
glorie.
La comunidad evangélica ha
experimentado un crecimiento importante en las últimas décadas en nuestro país,
esto se evidencia en las cifras que muestran firmas encuestadoras de mucho
prestigio que le asignan una feligresía activa y militante que promedia un 23%
de la población dominicana.
Esta comunidad religiosa ha
sabido crecer de manera cuantitativa sin necesariamente perder la calidad de su
esencia; hoy podemos encontrar miembros de las iglesias evangélicas accionando,
de manera protagónica, en las distintas esferas de la sociedad, impactando
positivamente con su testimonio de vida a todo su entorno. Hoy no es extraño
ver, no solo los templos, sino también orfanatos, asilos, colegios,
universidades, medios de comunicación, clínicas, clubes, distintos programas de
asistencia dirigidos por instituciones.
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