El árbol de navidad

 

Por: María Hernández 

La inocencia de tres niños cuyas edades no llegan a los 7 años se hizo evidente este domingo cuando los infantes  comenzaron a desmontar el árbol de Navidad que habían instalado unos vecinos en la acera del frente de su casa. 

Era un pino real tan pequeño como los niños,  incluyendo a la niña de tres años,  la cual se esmeraba  en ir desmontando las grandes y brillantes bolas y entrándolas en una funda en un momento en que los dueños del árbol no se encontraban en la casa. 

Lo más peculiar es que este episodio sucedió a solo unos días de la esperada celebración de Halloween,  quizás inspirados en algunos muñequitos o película sobre la festividad de origen estadounidense. 

Los dos varones de tres  y siete años procedieron a desmontar todas las luces que como era en el día estaban desconectadas.

Hay que esperar la reacción de los padres de los niños ante este desliz de todos los vecinos,  a excepción de uno, Juan, que  le llamó la atención a los niños ante este acto de vandalismo infantil.  Lo que hay que investigar es si fueron mandados por un adulto o por otros niños. 

Es una de las casas más iluminadas del lugar con bombillos multicolores y parpadeantes que  por el momento han dejado de brillar y de alegrar los hogares de los que por falta de dinero o de motivación aún no colocan su árbol de navidad,  a pesar de que estamos a solo unos días de noviembre y cerca de la Navidad,  la época más tierna, alegre y anhelada  de todo el año.

Se espera que no se castigue a los niños y se repare el daño a los vecinos,  sin ningún otro inconveniente.

Hay hogares que se esmeran por llenar de hermosas luces los techos, interior  y el  frente de sus casas y locales comerciales. Muchos aman tanto la Navidad que dejan las luces puestas aunque no las encienden hasta la llegada de la siguiente época festiva.

En el sector Los Ríos decoran una de las casas más atractivas que atrae la mirada de los conductores y peatones que pasan por el lugar, frente a la bomba principal del lugar.

A pesar de que los comerciantes dicen que las luces de navidad no consumen casi energía, los expertos sustentan que diciembre y enero son los meses en donde se produce un mayor consumo de energía eléctrica por las celebraciones de Nochebuena, Navidad y Año Nuevo.

Para hacer un poco de historia hay que resaltar el origen del árbol navideño que proviene del siglo VIII, en Alemania, en donde San Bonifacio, conocido como El Apóstol de Alemania, por sus tareas de evangelizar a los paganos de esa región,  se dice que taló un árbol el que dedicó a Thor, en la región conocida como Hesse y luego de leer el Evangelio, ofreció un abeto, o un árbol de paz, el cual representaba la vida eterna y procedió a adornarlo con manzanas y velas, según publica la revista admagazine.com.

Que la paz retorne al mundo en la medida en que se acerca la época navideña con sus alegrías y también con  sus tristezas para los que no compartirán con algunos familiares y amigos que ya han partido de esta tierra de grandes luchas y desafíos, pero además de maravillas naturales paradisíacas como las que encontramos en República Dominicana.