Pilotillos y otras señales de tránsito

 Por: María Hernández

Con mucho empeño, las autoridades diseñan planes de señalizaciones, en las infraestructuras viales, con el propósito de que los conductores realicen desplazamientos más seguros y rápidos, pero en muchos casos esos esfuerzos se quedan en el pavimento y no surten los efectos para los que han sido creados.

La información la publica Vanguardia del Pueblo en su portal https://vanguardiadelpueblo.do/2021/04/pilotillos-y-otras-senales-de-transito/ y la resalta TiempoNotiRD.

Si se va a realizar cualquier cambio de importancia en las calles, avenidas, autopistas y carreteras, lo primero que debe hacerse es estudiar el área y si es posible consultar a los usuarios permanentes de esos tramos viales, tanto a los conductores como a los peatones acerca de cualquier cambio que se pretenda realizar en la vía.

Recientemente, la avenida Simón Bolívar ha sido intervenida en diferentes ocasiones, primero para dividirla y colocar en su entorno izquierdo la ciclovía que solo ha servido de beneficio a los motoristas que son los que aprovechan ese escenario para transitar por ella y muy pocos usuarios de bicicletas la utilizan.

Las señales de tránsito se respetan poco por muchos conductores en esa vía, tanto así que la semana pasada un chofer de autobús utilizó la línea que se ha reservado para la ciclovía. Luego apareció en los medios pidiendo excusas y ahí quedó todo.

Esta semana, la muy usada vía, fue objeto de la colocación de unos pilotillos de cemento que, de acuerdo a los choferes, tienen los neumáticos destruidos y han provocado numerosos incidentes en esa zona. La avenida Bolívar está sobrecargada de señales y sería bueno que las autoridades del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) envíen a sus inspectores a supervisar y a ver qué cosas se pueden mejorar para devolverle la fluidez al tránsito a esa importante vía.

Los choferes aseguran que esa medida, que ha sido dispuesta por la alcaldía del Distrito Nacional, lo que está provocando son largos taponamientos en el tránsito del lugar.

Las señales de tránsito son de suma importancia, pero cuando se les coloca en lugares donde se requiera. Así sucede con los conos rojos que coloca la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) que en vez de acelerar el desplazamiento de los vehículos lo que hace es formar grandes embotellamientos en vías con suficientes carriles como la John F. Kennedy, en donde no hay necesidad de que se acumulen tantos vehículos.

Esa situación no ocurriría si se dejara fluir el tránsito sin retenes en las intersecciones, como sucede en esquinas tan utilizadas como esa misma avenida con la Máximo Gómez, en donde, a pesar de que el semáforo funciona bien, hay colocados agentes de tránsito que tardan más de 10 minutos para dar el cambio a los vehículos de la 27 de Febrero de este a oeste y viceversa.

También tiene que tomarse en cuenta que de nada vale colocar señales si no se pueden leer, con visibilidad, a cierta distancia, y solo se ve con claridad cuando se está prácticamente encima de ellas como son las que están colocadas en la Leopoldo Navarro antes de llegar a la avenida San Martín.

Además, debe haber sincronización con las señales electrónicas y los letreros que muchas veces indican que puedes doblar cuando la señal escrita indica que no puedes doblar, en ese tramo de la vía.

En intersecciones como la Tiradentes con 27 de Febrero irrespetan los semáforos y en ocasiones tienen que salir los conductores a intentar poner el orden y que se permita el desplazamiento de los vehículos hacia diferentes áreas, de ese lugar, por solo citar algunas de las principales vías donde las señales de tránsito son aparentemente una decoración más en las calles.