Por:María Hernández
Quedé muy sorprendida al escuchar las narraciones de varios estudiantes y su satisfacción con la comida que diariamente les ofrece el comedor de su universidad.
Con exquisitos platos que motivan cualquier paladar de solo mencionarlos por sus nombres como dominicanos que somos.
Se trata del comedor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo(UASD) que fue inaugurado en el año 1968 en un salón de registro universitario que tenía una capacidad reducida, por lo que tuvo otro traslado antes de pasar a lo que es hoy “el viejo comedor”, en donde se mantuvo la mayor parte de sus años, según un escrito del periódico El Nacional.
En el año 2014, el comedor fue trasladado al edificio actual, en donde se combinan los salones A y B que el local posee, donde alberga a 2,500 estudiantes.
Se recuerda que anteriormente los estudiantes hacían hasta huelgas y otras protestas reclamando mejoras en la comida de la universidad.
El precio del plato de alimentos no se cobra en este momento. El último costo que tenía era cinco pesos cada plato hace poco tiempo, al principio costaba 25 centavos, cuando se vendían los alimentos a estudiantes, profesores y empleados.
Si hablamos del menú es bastante atractivo y ya quisieran muchas familias consumir lo que hoy ofrece la UASD a los estudiantes en lo concerniente al arte culinario.
Los platos van desde moro de gandules o habichuelas con cerdo o pollo, locrio de sardinas o arenques, bacalao, espaguetis, arroz con huevos, habichuelas, ensaladas, en el almuerzo, que por lo regular se sirve a partir de las 12:00 del mediodía.
En la cena, por lo regular, ofrecen arroz con leche, chocolate, avena, casi siempre acompañado de pan. También yautía con salami guisado, yuca, guineos, plátanos y se ofrece a las 5:30 de la tarde. Tienen una página en las redes sociales donde anuncian el menú qie tienen.
Muchos estudiantes tienen la esperanza de que un día también puedan ofrecerles desayuno.
Los estudiantes tienen que comprar botellas de agua y refrigerios.
El orden y la disciplina están presentes tanto al momento de los estudiantes recibir los alimentos como al consumirlos, así como la higiene.
Hay un código de vestimenta al momento de hombres y mujeres acercarse a retirar los alimentos. Por ejemplo, los jóvenes no pueden ir en camiseta sin mangas ni en pantalones cortos.
Los estudiantes informan que anteriormente no tenían abanicos y ahora tienen dos que los ayuda a liberarse del calor.
Las palomas también se dan su vuelta por el comedor universitario a ver si les dejan caer unas boronitas.
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