Por: María Hernández
La guerra por el agua mundialmente anunciada ya la tenemos a la vuelta de la esquina, en nuestro país, con el conflicto que se ha producido por la construcción, en la parte de Haití de un canal que secaría el agua del río Masacre o Dajabón que comparten la República Dominicana y el vecino país, según los expertos.
Son muchos los conocedores del tema que hablan sobre el mismo , de manera aislada, pero no se tiene planificado unir todas esas opiniones en una gran cumbre, en la que podrían participar panelistas de Haití junto a los nuestros para vislumbrar una solución a la litis que no parece que vaya a terminar pronto.
La parte mágico- religiosa no ha quedado atrás con los vecinos haitianos haciendo alardes de hechicería, que sabemos no va a ningún lado, como lo demuestra el estado de calamidad social en que se encuentra la población de esa nación.
Algunos analistas del tema de ese país indican que la solución al problema del canal está en los acuerdos de paz de 1929, pero es importante investigar también qué dicen los acuerdos del 2021 que parece han dado riendas sueltas a los haitianos para dejar sin agua el río Masacre con la construcción del actual canal.
Este miércoles 27 de septiembre, dirigentes de organizaciones políticas como el Partido de la Liberación Dominicana, en la persona de Abel Martínez, candidato presidencial y dirigentes como Rubén Bichara y Jaime David Fernández Mirabal han coincido en señalar que el presidente de la República, Luis Abinader, debe salir de los debates y crear una comisión que lleve a cabo el proceso para que acuda a organismos internacionales de arbitraje y conciliación para resolver el conflicto con Haití por la construcción del canal que desviaría hacia territorio haitiano aguas del río Masacre.
Qué se entiende por Arbitraje Internacional: El Arbitraje tiene por objeto solucionar conflictos que surjan en el contexto del tráfico jurídico Internacional, de acuerdo a la RAE, Real Academia Española.
Mientras, para la Organización de las Naciones Unidas(ONU) "Constituye un fundamento sólido para la armonización y el perfeccionamiento deseados de las leyes nacionales y regula todas las etapas del proceso arbitral", se indica en un estudio.
Según datos del Centro de Investigación y Apoyo a la Cultura de México en la obra "Los Primeros arbitrajes internacionales en materia ambiental, la comunidad internacional ha ido desarrollando normas relativas a lo que son las responsabilidades por los daños transfronterizos como se puede verificar en la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano que se realizó en Estocolmo, Suecia, en 1972 y que derivaría en el Principio 2 de la Declaración de Río.
En el documento de investigación se detalla que de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas y de los principios del derecho internacional, los Estados "Tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y tienen la responsabilidad de velar por que las actividades realizadas dentro de su jurisdicción o bajo su control no causen daños al medio ambiente de otros Estados o de zonas que estén fuera de los límites de la jurisdicción nacional", se destaca en el portal redalyc.org/journal.
Haciendo un poco de historia, hay que recordar a qué se refiere el artículo 10 del tratado de Paz, Amistad y Arbitraje firmado el 20 de febrero de 1929 entre nuestro país y Haití.
El artículo 10 especifica lo siguiente: "En razón de que ríos y otros cursos de agua nacen en el territorio de un Estado, y corren por el territorio del otro o sirven de límites entre los dos Estados, ambas Altas Partes Contratantes se comprometen a no hacer ni consentir ninguna obra susceptible de mudar la corriente de aquellas o de alterar el producto de las fuentes de las mismas", se destaca en el acuerdo.
Sin embargo, en mayo de 2021 se reunió una Comisión Mixta Bilateral para discutir sobre el conflicto por el río Masacre. En esa reunión tanto RD como Haití reconocieron que los trabajos que se realizaban, en ese momento, en el río Masacre para la captación de agua no consistía en un desvío del cauce del afluente binacional, como lo resalta en un escrito el periódico Diario Libre.
Con ese nuevo trato hecho por los dos países se le dió luz verde a las actuales autoridades de Haití para hacer lo que están haciendo con el río Masacre, por lo que la única solución que le queda a nuestro país es llevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya con la documentación clara y que se anule ese nuevo acuerdo del 2021 que dejó de lado un contrato de paz como el de 1929, para que ninguna de las dos naciones abuse con los recursos comunes que las dividen.
Los contratos quedan sin efecto cuando una de las partes decide rescindirlo y es momento de que las actuales autoridades reconozcan que no lo hicieron bien y que le han creado un problema a la República Dominicana de consecuencias todavía impredecibles.
