Por: María Hernández
Por: María Hernández
Este 21 de enero la iglesia católica recuerda y venera junto a todos sus feligreses el Día de la Virgen de la Altagracia, protectora de los dominicanos, con el mismo fervor y respeto de siempre.
La tradición de la conmemoración de la Virgen de la Altagracia tuvo su origen, de acuerdo al padre Jesús Peralta, de la Diócesis de Patterson, en New Jersey, en su portal rcdop.org/news, en varias historias que atestiguan el surgimiento de la Virgen de la Altagracia en la República Dominicana.
Relata el sacerdote que una de las historias más recientes se encuentra en el libro "Donde floreció el naranjo" de Monseñor Juan Pepén (fallecido), en el que cita el testimonio de Juan Elías Moscoso, en el año 1907, donde habla de que un colonizador español que vivió hace tres siglos en Villa de Higüey dedicado a la venta de ganado viajaba constantemente a la ciudad de Santo Domingo.
Continúa narrando, que en uno de esos viajes, su hija menor le pidió que le llevara la imagen de la Virgen de la Altagracia, pues la había visto antes en sueños. La hija menor recibió a su padre el 21 de enero, al pie de un naranjo y allí mostró la imagen a los presentes y ese día comenzó la veneración de la Virgen de la Altagracia, de acuerdo al relato.
También narra el texto que lamentablemente la niña murió y que fue enterrada al pie del naranjo, y durante más de un mes apareció la imagen de la Virgen de la Altagracia sobre el árbol bajo el cual yacía su dueño. Fue en el mismo lugar donde hoy se encuentra el antiguo santuario de Higüey.
En la actualidad, desde el lunes 20 de enero los que se dirigen a Higüey, en vehículos o a pies comenzaron su larga travesía para agradecer a la Virgen por algún favor concedido o para pedir por uno nuevo, el 21 de enero.
La Basílica de Higüey se llena de regocijo y dinamismo con los devotos de la Virgen de la Altagracia que acuden a sus pies para cumplir alguna promesa o simplemente para reconocer el valor inmaterial que tiene esa advocación mariana única de los dominicanos y que la llevan en el corazón dondequiera que van.
El pasado 12 de enero, la iglesia San Patricio, en Manhattan, celebró una eucaristía para los dominicanos residentes en Nueva York, como forma de recordar la fecha del 21 de enero, festividad de la Virgen de la Altagracia, por adelantado en esa gran urbe.
En el 2023, el Papa Francisco describió la devoción del pueblo de República Dominicana hacia la Virgen de la Altagracia, Madre y Protectora de la nación como "una devoción mariana muy sentida por los dominicanos, signo de las raíces cristianas que caracterizan y dan vida a nuestro país, como lo resalta vaticannews.va. en un escrito. Mientras, de acuerdo a la misma fuente, el Episcopado Dominicano destaca la importancia de la Virgen para el pueblo dominicano de la manera siguiente: " Sólo el nombre de Dios es más aclamado que el suyo y a través de su intercesión lo imposible se hace posible" Es Ella, "modelo de discípula misionera", quien nos muestra "que la Iglesia es una madre acogedora, una escuela de comunión, adecuada a la misión y nos enseña a salir de nosotros mismos y a ponernos en el camino del sacrificio, del amor y del servicio".
Que la Virgen de la Altagracia continúe protegiendo a los dominicanos ante las diferentes amenazas naturales y producto de la convulsión social que se nos presentan.
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