Día Internacional de la Tierra
Manifiesto
¡Defendamos la Madre Tierra, No
Muera la Vida!
La Madre
Tierra nos exige actuar con urgencia para prevenir una hecatombe ecológica. Es
hora de salvar el planeta, casa común de todos los seres que lo habitamos. La República Dominicana es una tierra poseedora de
riquezas y encantos naturales, más una población con valores humanos que la
hacen especial en el mundo. Esta riqueza natural y humana está amenazada ante
la presencia de una crisis ambiental y sanitaria que hoy empaña la conmemoración
del 22 de abril, Día Internacional de la
Madre Tierra, dado que los pueblos y comunidades que albergan, en contra de
su voluntad, industrias mineras y modelos agropecuarios no sustentables sufren
estados de vulnerabilización social que se agravan en medio de la pandemia del
COVID-19 que guarda una relación con la salud de nuestros ecosistemas
terrestres.
Las empresas extractivas, la ganadería intensiva, y los agronegocios, con
énfasis en monocultivos, son culpables de la deforestación de extensiones de
bosques. Dichos modelos son incompatibles con el desarrollo de nuestros
pueblos. Así mismo, constituye un crimen ambiental la contaminación de ríos y
demás fuentes de agua. Ellos son responsables de la desaparición de
biodiversidad, expropian el patrimonio natural comprendido por áreas protegidas
para la construcción de infraestructuras turísticas de un modelo que se
sustenta en la depredación de la naturaleza y no aporta al desarrollo local. En
fin, desarticulan el patrimonio cultural de las comunidades, dado que conspiran
para eliminar la agricultura familiar campesina, la soberanía alimentaria y la
convivencia comunitaria.
La incertidumbre sanitaria y los efectos
socioeconómicos del Coronavirus ahonda las desigualdades sociales, pone al
desnudo a un sistema sanitario que discrimina a los sectores populares,
campesinos, mujeres, migrantes y afrodescendientes cuando excluye su acceso
pleno a los programas sociales, sanitarios, alimentarios y de compensación económica ante la
crisis.
La relación irracional e irrespetuosa frente a la tierra y su
naturaleza es la responsable de virus y epidemias, de sequías, de registros del calentamiento
terrestre, de la vulnerabilidad frente a los huracanes, ciclones y terremotos,
inundaciones esporádicas y del cambio climático.
Revertir este presente de injusticia social y ambiental conlleva un contrato
social, económico, político y cultural, al que debemos abocarnos ante que sea
tarde presidido por las prioridades vitales de todas las personas y sectores
sociales excluidos y empobrecidos por el modelo económico actual.
Es hora de curar la
tierra de los desmanes y destrucciones de las corporaciones internacionales, de
las mineras, de los gobiernos y el gran capital, de prevenir y sanar a nuestras
comunidades y pueblos de la expansión del COVID-19, pandemia que aterroriza. Es
de urgencia recuperarnos del ambiente enlutecido que nos lega el coronavirus, y
clamamos que la solidaridad nutra nuestra convicción del mismo modo que la
tierra alimenta de vida a la humanidad, al mundo animal y a toda la
biodiversidad para que nos devuelva la salud integral en nuestros territorios.
#No a la destrucción de la madre tierra
#QuedateEnCasaDiNoAlaMinería
Coalición Ambiental del Noroeste
Asamblea Nacional Ambiental
Confederación Nacional de Mujeres del Campo
Justicia Climática RD
República Dominicana/22 de abril, 2020.
Excelente información pero se lee con dificultad!
ResponderBorrarFelicidades!