PANAMÁ. - El tren de alta
velocidad entre la capital panameña y la ciudad occidental de David, en la
frontera con Costa Rica, demandaría una inversión de 4.100 millones de dólares
y cubriría una distancia de 391 kilómetros en apenas dos horas y media, según
un estudio presentado este viernes por China.
La información la publican medios
como la agencia de noticias EFE, El
Nuevo Diario y la destaca TiempoNotiRD.
El
ferrocarril, que viajaría a una velocidad de hasta 160 kilómetros por hora y
transportaría tanto mercancía como personas, se terminaría en seis años y
generaría 6.000 empleos directos durante su construcción y 2.900 empleos en
pleno funcionamiento.
“El proyecto es económicamente
factible por la rentabilidad social que representa para el pueblo panameño”,
dijo durante la presentación del informe el presidente panameño, Juan Carlos
Varela.
Para
el mandatario, el tren fomentaría el turismo, reactivaría la economía que se
encuentra en clara desaceleración, revalorizaría las tierras aledañas,
reduciría el tiempo de transporte de las mercancías y abarataría su coste,
entre otras ventajas.
“Cuesta
cuatro veces más mover internamente un contenedor en nuestro país que lo que
cuesta enviarlo a los puertos de Asia”, agregó el mandatario.
El
tren, que contaría con ocho vagones para 750 personas y haría 22 paradas,
cubriría entre tres y dos horas y media la distancia que separa a la capital
panameña de la provincia occidental de Chiriquí, considerada la despensa de
Panamá, un trayecto que por carretera demora como mínimo ocho horas.
El
estudio de factibilidad, elaborado por la empresa estatal China Railway Design
Corporation y financiado exclusivamente por el gigante asiático, fue encargado
en 2017 por Varela durante su primera visita a China con motivo del
establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.
El
tren, que aún no está decidido que vaya a construirse, tendría la posibilidad
de ampliarse hacia Costa Rica, lo que “facilitaría la comercialización de
productos entre nuestros países, que tienen grandes retos en materia
logística”, apuntó el gobernante.
Panamá
ya cuenta con una línea ferroviaria centenaria, que discurre paralela al canal
interoceánico y que se usa principalmente para el transporte de contenedores
entre puertos, aunque también tiene fines turísticos.
“China
y Panamá son dos naciones muy diferentes, pero ambas están convencidas de la
bondad de la conexión, la unión, la comunicación y la apertura motor de la
economía mundial”, dijo por su parte el embajador del país asiático en Panamá,
Wei Qiang.
Desde
que Panamá rompió relaciones diplomáticas con Taiwán en junio de 2017, China ha
ido aumentado su presencia en el país centroamericano y sus empresas se han
adjudicado contratos multimillonarios para construir un kilométrico puente
sobre el Canal de Panamá o un puerto de cruceros.
El
gigante asiático, con quien Panamá negocia un tratado de libre comercio (TLC),
es además el segundo usuario del canal interoceánico, detrás de Estados Unidos,
y el primer proveedor de la Zona Libre de Colón, la zona franca más grande del
hemisferio, ubicada en el Caribe panameño.
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