Por: María Hernández
Las causas de los taponamientos se pueden señalar con solo salir a las calles y observar, detenidamente, cuáles intersecciones del Distrito Nacional o de otras grandes provincias de nuestro país son las que más se congestionan diariamente y las horas a las que se producen los embotellamientos, aunque algunos conductores afirman que los tapones no tienen día ni hora y que les producen mucha tensión y dolor de cabeza que se traduce en un mal humor generalizado.
La información la publican medios como https://vanguardiadelpueblo.do/2022/06/taponamientos-crean-caos-en-las-vias/ y la destaca TiempoNotiRD.
Hace mucho tiempo, expertos en el tema del tránsito han resaltado las causas principales de estas largas hileras de vehículos y aunque se escuche fuerte decirlo las vías en donde los semáforos están sincronizados y no hay agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), el tránsito fluye con toda normalidad.
Es que los semáforos tienen un tiempo específico y no privilegian ninguna vía, porque vaya a pasar este o aquel funcionario como tienen que hacerlo, en muchas ocasiones, los uniformados que se encuentran colocados en diferentes esquinas de vías como la 27 de Febrero y la John F. Kenneddy.
Los tapones de la 27 de Febrero se producen, de acuerdo a los conductores de vehículos públicos y privados que transitan por la zona, por los agentes que están apostados en las intersecciones de las avenidas Máximo Gómez, Tiradentes, Lincoln y Winston Churchill.
Iguales taponamientos se producen en estas mismas intersecciones en la importante y transitada avenida John F. Kennedy, de Este a Oeste y viceversa.
Después de las 2:00 de la tarde la autopista Las Américas, en el municipio Santo Domingo Este, se vuelve un solo tapón, por el área de la Marginal, desde el kilómetro 14 hasta cruzar los puentes y luego en el Elevado de la 27 de Febrero. Además se produce antes de las 8:00 de la mañana, cada día.
También, de 5:00 de la tarde en adelante la avenida Hípica se congestiona hasta cerca de la Base Aérea de San Isidro, por el gran flujo de vehículos que cruza por esa vía y por la avenida Ecológica hacia la Ciudad Juan Bosch y otros edificios de apartamentos que hay en la zona.
Recordamos que el lunes pasado a las 7:00 de la noche se produjo un tapón de unos 40 minutos desde el kilómetro 12 de las Américas, en la entrada de la Llave, hasta el puente Juan Carlos, producto de 2 vehículos colocados de manera perpendicular obstruyendo la avenida. Como no hay una vigilancia de las vías, los conductores actúan a su manera y sin temor aparente a las autoridades del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant).
Es importante que los conductores de autobuses de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) y de los autobuses privados reciban capacitación y cómo resolver conflictos, conjuntamente con los de vehículos livianos y los motoristas antes de recibir o renovar su licencia de conducir.
Esta semana, un conductor de la OMSA y un chofer de autobús de la ruta San Juan de la Maguana tuvieron un enfrentamiento, por un simple roce, que no se complicó más porque había 3 guardias como pasajeros en el autobús estatal y pusieron el orden en ese acalorado momento. Todo en medio de la desesperación de un largo tapón.
Otro incidente se produjo este miércoles 1 de junio de 2022 con un chofer de la ruta Independencia de la OMSA y otro conductor de un carro en la bomba de la Isabelita que no llegó a algo peor por la intervención de los pasajeros.
Los conductores han denunciado a través de los medios de comunicación y las redes sociales que pueden tardar hasta dos horas cada día en un tapón con lo que pierden tiempo y combustibles. Muchos hasta apagan los vehículos para economizar gas, gasolina o carga, en el caso de los vehículos eléctricos.
"La situación es crítica porque poco a poco se aleja la posibilidad de controlar este caos en el que nos sumergimos cada día. Las consecuencias para la salud mental son obvias: estrés, ansiedad e irritación", escribió la periodista Inés Aizpún en un artículo del periódico Diario Libre, que dirige.
La solución es simple. Hay que quitar obstáculos en las vías, como los conos rojos, muros y otros obstáculos de vías angostas o de varios carriles, pero que se limitan con este tipo de objetos y colocar señales pintadas que permitan el desplazamiento sin trabas pues lo que hacen es ralentizar el flujo vehicular. Las autoridades deben escuchar a los conductores y peatones que son los usuarios de las vías sobre los inconvenientes que con más frecuencia se presentan.
Deben tomar modelos de naciones donde manejar es un placer y no una angustia y una desesperación al tener que salir de sus hogares hasta con dos horas de diferencia por el tapón cotidiano que no deja dormir, especialmente a los que residen en los municipios Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte, que tienen que cruzar los puentes que les llevan al Distrito Nacional y otras regiones del país y en Santo Domingo Oeste los que se dirigen hacia el Sur por el peaje que conduce a Haina y otras zonas de esa región.
Si se supervisan las vías ya mencionadas se acabarán los tapones y los dominicanos y extranjeros que residen en nuestro país vivirán con tranquilidad y menos irritados por problemas que tienen solución si se estudian a fondo las causas que los producen.
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