LONDRES/BRUSELAS/GINEBRA - La
Organización Mundial de la Salud (OMS) recibirá la semana que viene una serie
de garantías de apoyo a su plan de desarrollo de vacunas contra la COVID-19
para todos los países, aunque el organismo ha tenido que disminuir su ambición
en ese sentido.
Estados Unidos, Japón, Reino Unido y la
Unión Europea han alcanzado sus propios acuerdos para asegurar la llegada de
millones de dosis para sus ciudadanos, ignorando la advertencia de la OMS
contra el “nacionalismo de vacunas” que, según la agencia, reduciría los
suministros.
Los expertos advierten que,
si otros países que pueden permitírselo adoptan un enfoque similar, la
estrategia de la OMS para luchar contra la pandemia de coronavirus a nivel
mundial y de forma equitativa corre el riesgo de fracasar.
Si ese escenario acaba
ocurriendo, “está claro que no habría volúmenes suficientes de vacunas
disponibles para ningún otro país, en particular durante los primeros
seis-nueve meses”, dijo Alex Harris, jefe de Políticas Globales de la
organización benéfica sanitaria Wellcome Trust.
Así, los países que deseen formar parte
de la iniciativa de la OMS, denominada COVAX, deben manifestar su interés antes
del lunes.
Más de 170 estados, entre
ellos Canadá, Noruega, Corea del Sur y Reino Unido, han mostrado un interés no
vinculante con el proyecto, que la OMS presenta como la única iniciativa para
garantizar que las vacunas COVID-19 estén disponibles en todo el mundo, tanto
para los países ricos como para los pobres.
El proyecto COVAX cuenta con
nueve candidatas a la vacuna y ha establecido planes para obtener y entregar
2.000 millones de dosis para finales de 2021 en los países que se inscriban.
La OMS, en cualquier caso,
sigue luchando para que los países más ricos se sumen plenamente a la
iniciativa, más allá de las promesas de financiación y de las buenas palabras.
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